Nada es casual 5. «ORÍGENES»

Poemario “la tierra de los nadie. Nada es casual”
Les ruego cuatro minutos más para explicar un poco ésto que yo llamo orígenes. No sé si tengo la suficiente fuerza en la voz como para que llegue al fondo. Como creo que nada es casual, ni creo que las cosas se manifiesten por generación espontánea, siempre me he preguntado y mucho más ahora, ¿de donde me viene la necesidad de manifestarme artísticamente?, por una parte. Y por la otra ¿de donde surge mi inclinación por el echo solidario?. Nada es casual. Trataré de explicarme. En lo artístico, mis primeros recuerdos me llevan a la edad de 8 años, cuando en la primaria mi maestra de nombre Aurora me enseñaba declamación. Y tengo muy presente la primera lección que comenzaba con una copla,

En el cielo las estrellas
En el campo las espinas
Y en el medio de mi pecho
La República Argentina.

Claro que aquellos versos de exaltación patriótica tenían que ir acompañados de unos movimientos que le daban sentido a los mismos. Era toda una filosofía de vida. Por ejemplo, en el primer verso, En el cielo las estrellas, el movimiento era señalar al cielo. Con la derecha, En el campo las espinas, señalar la tierra. Y cuando decía. En el medio de mi pecho, había que unir las dos manos hacia el centro del hombre, o sea hacia el centro de uno mismo. Y cerraba con el cuarto verso cuando decía, La República Argentina. Entonces el movimiento era darse así, a los demás, hacia el universo. Nos enseñaba declamación de esa forma. Lo aprendí a los 7 años. Lo dejé de poner en práctica, un año más tarde.

En cuanto al hecho solidario es más difícil de explicar. Pero arriesgo una hipótesis. Me pregunto qué hacía yo aquella tarde de un día cualquiera en 1953, con mis 19 años de edad, contemplando absorto una pequeña manifestación en la plaza central de mi pueblo, donde se apoyaba la nacionalización del petróleo en Irán, para mí siempre Persia. Un nombre raro surgía ante mi asombro, Mohamma Mohamed, artífice de aquel logro. (aplausos) Seguro que son compañeros iraníes, por supuesto. Por supuesto mi corazón para vosotros. Mohamed artífice de aquel logro, quien había acordado además unas medidas de reforma agraria que lo hicieron popular ante su pueblo, aunque no así ante el propio Sha Reza Pahalevi, y mucho menos ante las potencias occidentales con los Estados Unidos a la cabeza. Pronto fue derrocado y condenado a muerte. Nada es casual, nada es casual. Tenía yo 19 años en esa plaza de un pueblo de la provincia de Buenos Aires.

INTERVENCIÓN DE INDIO JUAN, EN SU HOMENAJE “ES DE AGRADECER”
Ateneo 1º de Mayo 25/05/10

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