14-N: MUCHO MÁS QUE UNA HUELGA

Ante las agresiones a los trabajadores y trabajadoras, las organizaciones sindicales hemos respondido históricamente, con la convocatoria de Huelgas Generales. Hemos vivido en nuestro país Huelgas Generales, ante recortes en la protección a las personas paradas, ante reformas laborales que facilitan el despido y lo abaratan, ante el destrozo de los derechos laborales en las empresas, contra las agresiones que condenan a nuestros jóvenes a un empleo de baja calidad, o ante los recortes en el sistema de pensiones.

Las Huelgas Generales han sido siempre paros laborales en las empresas, con repercusión en las calles, con la celebración de manifestaciones masivas y piquetes que recorren la ciudad y los polígonos, durante todo el día de la huelga.

Con apoyo de muchos sectores de la sociedad, las Huelgas Generales han sido pacíficas y siempre han tenido una incidencia importante en la producción, los servicios, el consumo, la utilización de los servicios públicos.

En cada huelga los niveles de consumo eléctrico, por poner un ejemplo, se han reducido a niveles de domingo o festivo. Luego, los medios de comunicación dependientes y sostenidos por los Gobiernos, han intentado descalificar la incidencia de esas huelgas, en las empresas, aunque no han podido esconder las imágenes de participación masiva en las manifestaciones.

La novedad de este 14-N estriba en que el golpe que recibimos por parte de los Gobiernos en forma de recortes laborales y sociales, son generalizados. Despido fácil y barato, destrozo de la negociación colectiva, recortes en la protección por desempleo. Bajadas salariales. Subidas del IBI, el IRPF y el IVA. Subida del coste de la vida. Ausencia de crédito. Aumento de los desahucios. Golpe también para las personas desempleadas que padecen también recortes en las prestaciones, ayudas, subsidios. Para los pensionistas, que ven reducir sus rentas, mientras les obligan a repagar medicamentos.

Los derechos sociales que tanto nos ha costado conquistar se debilitan en sanidad, en educación, en los servicios sociales, en la atención a la dependencia. Hasta la justicia incrementa las tasas.

La Cooperación al Desarrollo queda reducida a la mínima expresión. Las políticas de reconocimiento de la diversidad, de integración de las personas inmigrantes sufren recortes radicales.

Mientras la presión fiscal aumenta para las rentas bajas, se mantienen privilegios fiscales para las rentas altas y se amnistía a los defraudadores. El 72 por ciento del fraude fiscal se encuentra en estas altas rentas. Hasta los derechos y libertades a manifestarse, derecho de huelga, aborto, matrimonio igualitario, sufren el embate y se ven recortados.

Derechos laborales, derechos sociales, derechos de ciudadanía. Por eso esta Huelga General del 14-N, no será tan sólo una Huelga laboral que paralice las empresas.

La Huelga General tiene una expresión social para cuantos carecen de empleo y ven como caen en la pobreza. Un millón de madrileños y madrileñas vive ya bajo el umbral de la pobreza. El 14-N se convierte en un día para el paro en las empresas y un día de lucha en la sociedad. Una Huelga a la que acudimos junto a Portugal, Grecia, Italia, Malta, Chipre y que contará con manifestaciones y actos en Francia, Bélgica, Alemania y el resto de los países de la Unión Europea.

Es el momento de los pueblos, de los trabajadores y trabajadoras de toda Europa que exigimos otras políticas para salir de la crisis, apostando por la inversión, el empleo y la protección social. Porque las personas son los primero. Porque sólo las personas deben ser salvadas en esta crisis.

Esas personas que reclamarán un empleo y una vida digna en las empresas y en las calles el próximo miércoles 14 de Noviembre. Mucho más que una Huelga.

Francisco Javier López Martín

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