El viernes por la mañana repartimos masivamente volantinas en las estaciones de Metro, autobuses, intercambiadores de transportes, RENFE, agradeciendo a los trabajadores y trabajadoras madrileños, a la ciudadanía, el amplio respaldo a la Huelga General y la Manifestación que recorrió las calles de Madrid el 14 de Noviembre.
El mismo viernes, se reunió la Cumbre Social de Madrid, para valorar la incidencia de la Huelga, la Manifestación, los incidentes ocurridos en la misma y las iniciativas futuras.
Según datos de Economistas Frente a la Crisis la producción madrileña cayó un 67 por ciento en el día de la huelga, tomando en cuenta descenso de consumo eléctrico, condiciones estacionales y otras. Con una caída de producción de estas características es evidente que la industria madrileña y la construcción pararon casi completamente y que en los servicios y en las Administraciones Públicas el paro fue generalizado, con un respeto estricto de los servicios mínimos acordados para el mantenimiento de servicios esenciales, exclusivamente.
En cuanto a la Manifestación, resulta evidente, simplemente con ver las imágenes, que hubo mucho más de las 35.000 personas que de forma torticera anunció la Delegada del Gobierno en Madrid. La mentira es tan evidente que basta un cálculo conservador de las cerca de 26 hectáreas que ocupó el recorrido de la Manifestación, para deducir que la estimación de un millón de asistentes no es desmesurada. Con manifestaciones de inferior asistencia en Colón, la Iglesia, o el propio PP han estimado más de millón y medio de asistentes.
La represión de los piquetes informativos y los incidentes producidos en torno a la Plaza de Neptuno, al final de la manifestación, fueron actos innecesarios y parecen exclusivamente planificados y programados para trasladar la imagen de disturbios callejeros, como culminación de la Huelga General.
La unidad de las Organizaciones Sindicales madrileñas. La Unidad de la Sociedad en torno a la Cumbre Social han sido las claves del éxito de la Huelga General y Social, con una incidencia del 78 por ciento de los trabajadores y trabajadoras que podían secundar la Huelga y más de un millón de personas en las calles.
Nadie nos va a robar esta Huelga General y la Manifestación. Nadie nos va a robar el futuro. Sobre todo porque la Huelga ha desbordado las fronteras de un solo país. Atenas y Roma, Chipre y Malta, Lisboa y Madrid fueron a la Huelga. Convocados por la Confederación Europea de Sindicatos, los trabajadores y trabajadoras, la ciudadanía de las capitales europeas, vivieron manifestaciones contra las políticas de recortes aplicadas por la troika compuesta por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, a las órdenes de Angela Merkel.
La Cumbre Social de Madrid ha aprobado también un comunicado conjunto sobre los Presupuestos Regionales de la Comunidad de Madrid. Unos Presupuestos que mantienen los regalos fiscales de Esperanza Aguirre a las rentas más altas, a los que se suman los recortes Rajoy a las Comunidades Autónomas. Las subidas de tasas y precios públicos. Las privatizaciones que se incorporan a los Presupuestos, intentan producir ingresos más que improbables.
La consecuencia lógica es la de unos Presupuestos que eliminan las políticas de empleo y protección a las personas desempleadas. Que recortan las inversiones públicas para reactivar la economía. Que recortan la sanidad, la educación, los servicios sociales. Que apuestan por un modelo productivo del tipo Eurovegas, en lugar de consolidar la industria, la construcción y los servicios de calidad. Unos Presupuestos que acaban con partidas como las dedicadas a cooperación internacional.
Tras la Huelga General nada acaba. La lucha por el futuro continúa. El Gobierno no puede hacer oídos sordos a millones de voces que se han alzado contra los recortes y ajuste permanentes, centrados exclusivamente en combatir el déficit público y que nos condenan a la recesión económica, la pérdida de empleo y el deterioro irrecuperable del Estado Social. Un Estado Social que forma parte inseparable del Pacto Constitucional y que debe ser preservado a toda costa del incendio de la crisis.
La unidad de los sindicatos. La unidad de la Sociedad en torno a la Cumbre Social, serán las claves de la victoria frente a una agresión sin precedentes. En ello vamos a volcar todo nuestro esfuerzo, ante una lucha larga y dura que se avecina.
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid