Para entender el caso Bankia, no hay que olvidar su origen, en una fusión forzada y desastrosa de siete Cajas de Ahorro. Cajamadrid y Bancaja, en el mediterráneo, son las grandes de esa operación con riesgos inmobiliarios muy importantes, que lo han hundido todo.
Sacar Bankia a bolsa ha sido otro error brutal que ha supuesto pérdidas multimillonarias para miles de pequeños inversores.
Bankia podía ser viable, pero los errores de bulto cometidos están llevando a la ruina a la entidad, comprometiendo su futuro y su empleo.
Las tensiones políticas por el control de Cajamadrid en el interior del PP y entre el PP y otras fuerzas políticas, desembocaron en un acuerdo político que condujo a Rodrigo Rato al frente de la caja, con el compromiso de encabezar el proceso de fusión de las más de 40 cajas de ahorros existentes en España.
A partir de ese momento, de manera forzada, Caja Madrid afronta una fusión ruinosa con Bancaja y otras Cajas menores, como Ávila, Segovia, Canarias, La Rioja o Laitana de Cataluña.
Inversiones ruinosas de Caja Madrid en Miami, México, o la entrada en empresas como Sos-Cuétara, unidas al desastre inmobiliario de Bancaja en la Comunidad valenciana, han producido una Bankia seriamente comprometida.
No es un caso único en el sistema financiero, español, pero sí es un caso extremo, por la acumulación de riesgo inmobiliario y mala gestión de una fusión impuesta.
Por el camino quedan las operaciones contables avaladas por auditores externos y por el propio Banco de España. Lo que eran beneficios se transforman en pérdidas.
Si Elena Salgado metió a las cajas en unas fusiones injustificables y desgobernadas, De Guindos ha dado la puntilla al buque insignia de esas fusiones, en una operación que no tiene justificación financiera alguna y sólo se entiende en lógicas políticas o ideológicas perversas.
Por el camino recursos públicos y recursos de personas y familias, dilapidados por la irresponsabilidad y mala gestión de los políticos, sí, pero también de unos profesionales que no han sabido gestionar recursos que ciudadanos y empresas depositamos en entidades como Bankia.
Es hora de conocer con transparencia la naturaleza de las decisiones de políticos y gestores que han producido esta situación. La naturaleza de las mentiras que nos han contado. Es hora de depurar responsabilidades políticas, civiles y penales de esos responsables y gestores profesionales.
Es hora de apostar por una reforma en profundidad del sistema financiero español, como lo han hecho otros países europeos con éxito. Y esa reforma no consiste en dar dinero a manos llenas y a fondo perdido para los bancos y cajas, mientras se recortan recursos públicos para la sanidad, la educación o la dependencia.
El dinero para la banca no puede ser dinero que pierda lo público, para luego entregar los beneficios al sector privado. Es el momento de pensar en una banca pública, solvente y cuyos beneficios reviertan directamente en la reactivación económica, el empleo y las inversiones sociales.
Por último, el papel social de las Cajas, con sus obras sociales y actividades culturales. El destino de una parte importante de los beneficios para estos fines, es una de las víctimas más evidentes de este despropósito. La naturaleza privada, pero con fines sociales y participación pública en las Cajas, es otra de las víctimas de esta operación de sustrato neoconservador y ultraliberal, que ha arruinado lo más parecido a una banca pública y social que teníamos en España: Las Cajas de Ahorros.
Francisco Javier López Martín
Secretario General CCOO Madrid
Eres un crack!!!! Menos mal que CCOO núnca ha tenido absolutamente nada que ver, con la actual situación de estafa nacional que upone Bankia,