INFELIZ AÑO PARA LAS PERSONAS PARADAS

Hemos convocado una rueda de prensa el 28 de Diciembre, Día de los Santos Inocentes, para valorar la situación madrileña. Hace un año hubiéramos considerado una inocentada que el Gobierno de España hubiera anunciado que a lo largo de 2010 se iban a recortar las inversiones públicas en un momento en el que ha desaparecido la inversión privada y los bancos nos prestan dinero. Inocentada, el que se recortasen los sueldos de los empleados públicos al poco de firmar un acuerdo que suponía la congelación salarial para 2010. Que una Reforma Laboral por decretazo iba a facilitar el despido y abaratarlo.

Hubiéramos considerado  una inocentada la decisión de suprimir la ayuda de 426 euros para aquellas personas que carecen ya de toda prestación contributiva o subsidio por desempleo. Inocentada el anuncio de la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años. O que el Gobierno de España se apuntase a las rebajas fiscales de Esperanza Aguirre incrementando la desigualdad fiscal y rebajando los ingresos públicos en un momento en el que son más necesarios que nunca. O que se iba a permitir la entrada de capital privado en AENA o en Loterías Nacionales, entregando a la gestión privada aeropuertos como El Prat o Barajas. Hubiéramos tachado de inocentada el que el Gobierno anunciase que iba a reformar la Negociación Colectiva, suprimiendo los derechos básicos del Convenio Colectivo y obligando a abordar cada negociación desde cero.

Sin embargo los Santos Inocentes hemos visto cómo se iban cumpliendo esas inocentadas a lo largo del año que termina. Este país tiene un problema de paro y crisis económica, tal como reconocen todas las encuestas. El paro es la preocupación principal de la inmensa mayoría de las personas.

Necesitamos recursos para combatir la crisis y preservar la cohesión social. Necesitamos una Reforma Fiscal para combatir el fraude y equilibrar el esfuerzo recaudatorio, de forma que los trabajadores paguemos menos y las rentas de capital aporten más al esfuerzo colectivo. Necesitamos una Reforma en toda regla de la banca para sacarla del agujero negro del ladrillo y reconducirla hacia otro tipo de inversiones más productiva y menos especulativas…Y, sin embargo, nuestros Gobiernos se empeñan en ajustes, y recortes que meten la mano en los bolsillos de los trabajadores, los pensionistas y los parados. Increíble, pero cierto. Todo ello al dictado de “los mercados”, que no son otra cosa que los fondos de inversión, los banqueros y las 37 grandes empresas que dictan al Gobierno las medidas que hay que tomar.

Mientras tanto, Madrid cuenta con 336.000 personas más en situación de desempleo que antes de entrar en la crisis, lo cual supone que tenemos 546.000 personas paradas en la Región. 210.000. personas llevan más de un año en el paro. 240.000. carecen de prestación o subsidio de desempleo. 350.000. personas paradas no contarán con ingreso alguno, si desaparecen los 426 euros de ayuda.

La crisis se ha llevado por delante uno de cada cuatro empleos en la industria regional, uno de cada tres en la construcción y tres de cada cuatro en la agricultura. La tasa de paro no llegaba al 6´5 por ciento antes de la crisis y ya se encuentra en el 16 por ciento. La tasa de paro entre los jóvenes menores de 25 años es del 38 por ciento y la de los menores de 19 que quieren trabajar del 58 por ciento. Sólo una de cada dos mujeres consigue trabajar y cuando lo consigue su contrato es temporal, peor pagado, a tiempo parcial y precario.

Una de cada cuatro familias madrileñas tiene a más de la mitad o a la totalidad de sus personas en edad de trabajar en el paro. Son muchas las familias que subsisten gracias a la pensión del abuelo o la abuela. Pero el 78 por ciento de los pensionistas madrileños, 770.000 personas verán congelada su pensión en 2011. Al tiempo que la ampliación de la edad de jubilación a los 67 años hará que 550.000 personas tengan que seguir trabajando, taponando el acceso al empleo a jóvenes y parados.

Infeliz ha sido el año 2010 e infeliz se anuncia el 2011. Vamos a un escenario de conflicto abierto, de agresiones aceleradas, por etapas y sistemáticas contra las rentas de los trabajadores y nuestros derechos laborales y sociales. Escenario de conflicto que preludia nuevos episodios de Huelga General, a la que sólo falta que el Gobierno ponga fecha con la aprobación de estas medidas. Conflicto que supone un retroceso democrático que convierte a la política y a los políticos en instrumentos de los poderes económicos, dando la espalda a las exigencias, preocupaciones y necesidades sociales.

De nuevo Esperanza Aguirre marca el camino eliminado cualquier vestigio de participación de la sociedad en las políticas públicas, poniendo en marcha una Ley Mordaza que acaba con la mayoría de los organismos de participación social. Primero deja de reunirlos, les quita competencias, presupuesto. Al final, los suprime porque “no valen para nada”. Manos libres para hacer y deshacer sin testigos incómodos, atendiendo los intereses de los poderosos.

Conflicto social, desconfianza en la política y en los políticos, pérdida de cohesión social, abandono del diálogo sustituido por la imposición de las decisiones de los “mercaderes”. Malas noticias de infelicidad para la ciudadanía y para la clase trabajadora. No es la hora de la resignación, sino la de tomar el futuro en nuestras manos. 2011 nos espera a la vuelta de la esquina.

Francisco Javier López Martín

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