El Banco de España y el Ministerio de Economía han permanecido impasibles cuando Gobiernos regionales como el de la Comunidad de Madrid han protagonizado ofensivas para obtener el control absoluto de Cajamadrid, aún a costa de producir una crisis sin precedentes que paralizó la entidad financiera durante más de un año, ya en plena crisis económica. La trasposición de la última reforma de la Ley de Cajas a las Comunidades Autónomas tampoco se ha realizado tomando en cuenta la corrección de estas perniciosas actitudes.
La Ley ha sido retorcida de tal manera por el Gobierno Regional madrileño,que los representantes designados por la política en Cajamadrid superan todos los límites legales y razonables, controlando la elección de los miembros de los órganos de dirección y controlando el gobierno de Cajamadrid, para alejarlo de la profesionalidad y la autonomía necesarias.
El Decreto para el Reforzamiento del Sistema Financiero, apuesta de forma definitiva por la entrega de las Cajas de Ahorros a los intereses privados. Una enorme desamortización sustentada y justificada en unas exigencias legales de capitalización de las Cajas, difícilmente alcanzables por el sector.
Un Decreto que endurece los requisitos contables para el sistema financiero español con respecto al europeo y especialmente golpea con dureza a las Cajas de Ahorros. Estas medidas tendrán como consecuencia un endurecimiento de las condiciones del crédito, impidiendo a las Cajas españolas competir en servicios financieros con la banca europea y los bancos españoles, sometidos a menores restricciones.
La búsqueda de inversores privados en las Cajas, sometida a la presión de los mercados y del propio Banco de España, amenaza los planes de reestructuración de las mismas y se realizará en unas condiciones de desconfianza e incertidumbre que el propio gobierno alimenta y que se viene a sumar a las manipulaciones externas de las agencias de calificación, especuladores internacionales y los propios reguladores del sistema.
El resultado final, si nadie lo evita, será la venta de las cajas a los bancos a precio de saldo. El bocado más apetecible es Cajamadrid. Primero sanear con dinero público a las Cajas. Para luego entregarlas al sector privado.
Francisco Javier López Martín