Aprobaron una Reforma Laboral allá por el 10 de Junio de 2010. El Parlamento ratificó la Reforma en Septiembre y el 29-S los sindicatos CCOO y UGT convocamos una Huelga General. Los empresarios madrileños, con Arturo Fernández a la cabeza, aplaudieron con las orejas, la Reforma Laboral, claro, no la Huelga General, se entiende. Tampoco Esperanza Aguirre se quedó corta en el aplauso.
Pasaron los meses y, más allá del efecto incierto de la Reforma laboral sobre la pacificación de las ansias especuladoras de “los mercados”, el paro siguió creciendo de forma inexorable y los Expedientes de Regulación de Empleo ERE se han disparado, aprovechando las nuevas oportunidades de cerrar empresas y ajustar plantillas.
De septiembre de 2010 a febrero de 2011 se han presentado en Madrid 565 Expedientes de Regulación de Empleo, 50 más que en el mismo periodo del año anterior. Un aumento del 10 por ciento.
Al tiempo han resultado aprobados y autorizados 429 EREs, frente a los 356 del mismo periodo del año anterior. Es decir un 20,5 por ciento más de aprobaciones, afectando a un número mayor de trabajadores, a un 9 por ciento más.
Es más fácil despedir con la Reforma Laboral y si los EREs del periodo anterior suponían 1966 despidos, ahora significan 2.528 despedidos, mientras que disminuyen las suspensiones temporales de contratos.
Despedir es fácil, utilizando la vía de la regulación de empleo, acortando periodos de consulta, eliminando garantías laborales, abaratando las indemnizaciones, subvencionando parte del despido. La Reforma ha animado al empresario a utilizar la vía del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para deshacerse de plantilla.
La lucha por el empleo, defendiendo los puestos de trabajo es cada día más esencial, evitando abusos y combatiendo la Reforma Laboral que precariza aún más el empleo.
Vamos a recoger centenares de miles de firmas a favor de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que obligue al Parlamento a dar marcha atrás en la Reforma Laboral, apostando por el empleo estable y con derechos.
No dejes de firmar la ILP. No dejes de defender tus derechos.
Francisco Javier López Martín