MADRID: MENOS PARADOS, PERO MAS DESPROTEGIDOS

La noticia del descenso del paro registrado en Madrid, en poco más de 4.000. personas, es sin duda una buena noticia, especialmente cuando el paro ha crecido en casi 60.000. personas en el conjunto del Estado, a lo largo del mes de Noviembre. Pero basta comprobar la inmensidad de las cifras del desempleo, para que esta buena noticia se convierta en amargura.

Son más de 493.000. personas las apuntadas en las oficinas del paro en la Región, casi 24.000. personas más que hace un año. Aunque el descenso de parados se ha producido en casi todos los sectores, sin embargo el número de parados ha aumentado de nuevo en la construcción y entre la población inmigrante.

El que haya menos parados no quiere decir que se contrate a más trabajadores. Muy al contrario, el número de contratos se ha reducido en casi 15.750. contratos menos con respecto al mes anterior y en casi 5.550. contratos menos con respecto al mismo mes del año anterior. Con un aumento de hasta el 88% de contratos temporales, con respecto al total de contratos realizados.

Por otro lado, la situación de desempleo se prolonga durante cada vez más tiempo, hasta el punto de que el paro de larga duración afecta a una de cada tres personas paradas. Esto hace que las personas paradas vayan perdiendo su derecho a prestaciones, subsidios o ayudas, hasta el punto de que son ya 230.395. las personas paradas que no reciben ningún tipo de prestación por desempleo.

La situación es dramática para muchas familias madrileñas. Las sucesivas reformas laborales, de la negociación colectiva, privatizaciones y recortes en los servicios públicos, no han hecho sino deteriorar aún más las condiciones de vida y trabajo, no creando ni un solo puesto de trabajo. Por el contrario, cuanto más paro, menos consumo, mayor debilitamiento de la economía y más pérdida de empleo, con el consiguiente aumento de las desigualdades. Un círculo vicioso que nuestros gobernantes se muestran incapaces de romper.

El paro se ha reducido en más de 4.000. personas, pero hay más de 9.000. parados más sin prestación. Apuntarse al paro no es obligatorio. Sólo si tienes derecho a una prestación estar apuntado sirve para algo. Por eso muchas personas se desaniman y dejan de acudir a las oficinas de desempleo para renovar su solicitud. De ahí la tremenda diferencia entre paro registrado por el INEM y parados contabilizados por la Encuesta de Población Activa.

Nuestro principal problema como país son las altas tasas de paro. Por eso las políticas públicas deben tener un objetivo prioritario, consolidar el empleo existente, crear nuevo empleo y proteger a las personas desempleadas. Sin embargo los Presupuestos Regionales de Esperanza Aguirre vuelven a reducir las partidas de empleo en un 12´5%, al tiempo que se ha suprimido el Servicio Público de Empleo y la propia Consejería de Empleo, subsumiéndola en la macroconsejería de Educación.

Va siendo hora de que Esperanza Aguirre vuelva los ojos hacia quienes padecen con más dureza la crisis. Va siendo hora de negociar un Pacto por el Empleo en Madrid que siente las bases para defender el empleo, crear empleo de calidad y asegurar las prestaciones sociales para cuantas personas se encuentren desempleadas, impulsando los servicios público como principal barrera contra las fracturas sociales y motor esencial de la cohesión social.

Contentarse con un leve descenso del desempleo como el del mes de Noviembre y airear que en otras partes de España están peor sirve de muy poco consuelo para las cerca de 500.000. personas que permanecen inscritas como parados sin esperanza alguna de encontrar un puesto de trabajo.

Francisco Javier López Martín

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