El Pacto de Toledo, ya a mediados de los años 90, planteaba la convergencia de regímenes especiales, como el Agrario, empleadas de hogar y autónomos hacia el Régimen General de la Seguridad Social, sin que nadie le haya puesto le cascabel al gato. De nuevo en el Acuerdo de 2006 se establecía la integración del Régimen Especial Agrario (REA) por cuenta ajena en el Régimen General de la Seguridad Social. El 1 de Enero de 2009 era la fecha para culminar el proceso. Algo que, evidentemente no ha ocurrido. Entre otras cosas, porque los empresarios agrarios han puesto encima de la mesa un aumento de costes en cotizaciones sociales que consideran inaceptables. Las negociaciones van avanzando, pero aún falta el paso definitivo que permita la integración del REA en el Régimen General.
En cuanto al Régimen Especial de Empleadas de Hogar, también el Acuerdo de 2006 establecía una paulatina convergencia en prestaciones y cotizaciones con el Régimen General de la Seguridad Social. Tampoco en este caso podemos decir que el proceso se haya desarrollado adecuadamente.
El objetivo sería aflorar esa economía sumergida de miles de trabajadores que no cotizan y que no generan derechos a una futura pensión, ni tampoco a otros derechos como la incapacidad temporal. El origen de alguna medida como el cobro íntegro y en metálico del Salario Mínimo Interprofesional, no pudiendo reducirse el salario en especie, se encuentra también en la situación específica de las empleadas del hogar.
Desde enero de 2011 se establece la cobertura de contingencias profesionales, pero carecemos aún de su aplicación al depender del desarrollo reglamentario.
La profesionalización del sector de empleadas de hogar depende de una ordenación del sector que facilite su integración en el Régimen General de la Seguridad Social.
En cuanto a los autónomos, es urgente determinar una base de cotización mínima de los trabajadores autónomos con trabajadores a su cargo. Se asume así en el Acuerdo el compromiso de incremento de las bases de cotización del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, para evitar un sobrecoste del sistema de pensiones, tomando en cuenta, entre otras cosas, el aumento del coste de los complementos a las pensiones mínimas.
Reformar el sistema de pensiones pasa también por la necesidad de solucionar anacronismos, ineficiencias e injusticias como los que perviven en el mantenimiento del Régimen Especial Agrario, el Régimen Especial de Empleadas del Hogar y el de Trabajadores Autónomos.
Francisco Javier López Martín