SANIDAD EN TIEMPO DE ELECCIONES


Se acercan tiempos de elecciones políticas en las Comunidades Autónomas. Es el momento de emitir juicios de valor sobre las políticas públicas desarrolladas por los gobiernos regionales, en nuestro caso el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y entre esas políticas, una de las más determinantes es la sanitaria. Nuestro sistema público de salud es un logro democrático insustituible y, en el Estado Autonómico, su gestión corresponde a las Comunidades Autónomas.

En el caso de Madrid, las competencias fueron transferidas tras una negociación culminada en 2001. Desde entonces Madrid ha ido perdiendo puestos en España, hasta situarnos en el furgón de cola sanitario del Estado. Para empezar, porque nuestros Presupuestos Sanitarios han crecido siempre por debajo de la media de las Comunidades Autónomas. En Madrid gastamos 1.103 euros por habitante en Sanidad, lo cual supone 414 euros menos que la media de todas las Comunidades. Para estar en la media deberíamos de gastar 2.696 millones de euros más. Pero Esperanza Aguirre no los tiene, porque gracias a sus rebajas fiscales para los más ricos dejamos de ingresar cerca de 3.000 millones de euros al año en las arcas de la Hacienda regional.

Esta situación hace que nuestras 3 camas hospitalarias por cada 1.000 habitantes estén por debajo de las 3´24 de media nacional y muy lejos de las 5´35 camas. Para igualarnos a la media de España necesitaríamos 1.560 camas hospitalarias más y para llegar a la media europea la brecha es de 15.275 camas. Una situación que se ve agravada por los recortes presupuestarios que hacen que para 2011 se cuente con 1.500 profesionales sanitarios menos. La apertura de nuevos hospitales ha creado camas que han sido cerradas en los hospitales tradicionales.

En cuanto a la Atención Primaria no se han abierto los 56 centros de salud prometidos electoralmente y, ni tan siquiera están presupuestados. Dedicamos a atención primaria 123 euros por habitante frente a los 156 de media de las Comunidades Autónomas. Las ratios de habitantes por cada profesional se agravan en Madrid con respecto al resto de España. 1.541 habitantes para cada médico (1.410 en la media del Estado). 1.948 habitantes por cada persona de enfermería (1.663 en la media del Estado) y 4.006 habitantes por cada administrativo (3.102 en el Estado).

Iniciativas propagandísticas como el Área Única Sanitaria se traduce en agravamiento de los problemas informáticos, dificultades para obtener cita, demoras en las citaciones, masificación de consultas. Además, la gestión de los centros sanitarios se realiza con criterios políticos, nombrando a dedo hasta a los mandos intermedios y las jefaturas de servicio, al margen de criterios profesionales.

Los espacios privatizados o externalizados han aumentado notablemente durante los mandatos de Aguirre. Nuevos hospitales, hasta 11, encomendados a gestión compartida con empresas privadas o entregados al sector privado mediante concesión administrativa. Nuevos conciertos sanitarios con multinacionales sanitarias. Privatización de pruebas diagnósticas, listas de espera, o informática. Privatización de las citas médicas y la atención telefónica.

Mientras esto ocurre, la lista de espera para operación quirúrgica, se maquille como se maquille, aumenta, pese a expulsar de la misma a quienes no quieren operarse en un centro privado y las demoras se han incrementado en un 30 por ciento. Las listas de espera diagnóstica son un secreto bien guardado, pero sólo uno de cada cinco pacientes recibe cita con el especialista en el mínimo 15 días acordado en el Consejo Nacional de Salud, mientras que uno de cada cuatro espera más de dos meses. Hasta la cita con el médico y el pediatra tienen demoras que, en algunos casos llegan a más de una semana.
Por supuesto, con una situación así, mejor no tener testigos. El Gobierno Regional ha acabado con cualquier vestigio de participación social o ciudadana en la sanidad. La última Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Regionales para 2011 ha hecho desaparecer todos los organismos en los que exista participación en la gestión sanitaria pública madrileña.

No en vano, la inmensa mayoría de los madrileños, considera que durante los años de Aguirre en la Comunidad la atención sanitaria ha empeorado. De hecho, el porcentaje de madrileñas y madrileños que consideran que han recibido una atención buena o muy buena se encuentra por debajo de la media nacional, mientras que los que consideran que el servicio ha mejorado después de ser transferido a la Comunidad Autónoma es del18´8 por ciento, frente al 28´7 por ciento de media nacional.

En tiempos de crisis, sistemas de protección social como el sanitario adquieren especial importancia para impedir el debilitamiento de los niveles de igualdad y cohesión social. Sin embargo, bajo el gobierno de Aguirre nuestra sanidad no está ni mucho menos asegurada. Algo a tomar muy en cuenta en el momento de depositar nuestro voto en las urnas el próximo 22 de Mayo.

Francisco Javier López Martín

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