Hemos organizado una Jornada para analizar el presente y futuro de la economía española en la que el primer ponente ha sido Miguel Ángel García Díaz, responsable del Gabinete Técnico Confederal de CCOO.
Explica Miguel ángel que nuestra economía se encuentra en una situación desastrosa, porque nuestros responsables económicos han basado nuestro crecimiento en artificios económicos. Sobrevalorando primero la peseta en nuestra incorporación a Europa, que produjo devaluaciones y endeudamientos posteriores.
Luego el crecimiento se sustentó en operaciones inmobiliarias que exigían endeudamiento, pidiendo dinero prestado al exterior.
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Hoy debemos 2,8 billones de euros, mientras nuestro Producto Interior Bruto (PIB) es de 1 billón de euros. Además todas las inversiones han ido a vivienda. El tejido productivo se ha debilitado tanto que, caído el sector inmobiliario, no tenemos casi nada sólido que vender y exportar. No tenemos empresas en calidad, ni cantidad, para crear empleo.
Nuestro sistema financiero descansa, en un 70 por ciento, en créditos inmobiliarios. 1 billón de euros, cuando en 1985 era de 185.000 euros. De ese billón de euros, 400.000 son préstamos a promotores inmobiliarios. Nuestros bancos han tenido que pedir 750.000 millones de euros al exterior. Por eso no pueden conceder créditos a familias y empresas. Capitalizar los bancos sería una solución, hacerlos más grandes y solventes. Pero negar la crisis ha impedido hacerlo a tiempo y ahora no hay inversiones ni privadas, ni públicas, para hacerlo.
El Banco de España no ha previsto, ni cuidado, estos riesgos, permitiendo durante años la concesión de préstamos de riesgo, impagables y masivamente. Un billón de euros en créditos hipotecarios es tanto como toda la riqueza nacional (PIB) en un año.
Nuestro gasto público no es mayor que el de la media de la Unión Europea, pero nuestros ingresos son menores. La culpa es de la política fiscal que durante las últimas décadas ha rebajado impuestos, en tiempos de bonanza, pese a lo cual había dinero que se ha utilizado de forma improductiva en gastos injustificables.
Nuestro sistema tributario tolera, protege y justifica a los defraudadores. Si no hubiéramos bajado impuestos entre 1.994 y 2.007 hoy nuestro déficit sería del 6,5 por ciento y no del 8,5 por ciento.
Al hundirse nuestros niveles de ingresos, sustentados en el suelo y la vivienda, nos hemos quedado sin recursos y con los gastos. Nuestra deuda pública no es grande ,en comparación con Europa, pero es deuda a corto plazo que puede paralizar al sector público si no refinanciamos esta deuda a diario. Este mes tenemos que refinanciar 14.000 millones de euros y eso permite presiones de los mercados sobre los intereses de la deuda (la famosa prima de riesgo). Más deuda con el exterior para financiar la deuda. Tenemos que buscar dinero cada vez más caro.
El momento es crítico para España, por culpa de los político y los responsables económicos, ya sea Aznar o Zapatero y sus responsables económicos, llámese Rato o Salgado.
Hemos destruido 2,5 millones de empleos y hemos alcanzado los 5,3 millones de personas desempleadas.
Si queremos estar en la zona euro tenemos que cumplir los requisitos. Si quisiéramos salirnos podríamos devaluar la peseta. Venderíamos más, pero como compramos más, sería más caro cada producto comprado al exterior y el resultado no sería positivo.
En 2011 nuestro déficit ha sido del 8,5 por ciento. Bajar ese déficit supondría reducir más de 37.000 millones de euros. No sólo es indeseable, sino imposible de cumplir, en nueve meses de presupuesto 2012.
Aplazar el objetivo de déficit y dos años más, podría permitir una aplicación realista de las medidas. Aún así los salarios y prestaciones sociales son las grandes partidas del Estado. La tentación es recortar parte de las 728.000 personas que tienen contratos temporales en las Administraciones Públicas. En cuanto a las prestaciones sociales sólo cabe reducir prestaciones por desempleo, o pensiones.
Posibles soluciones: nuestros márgenes son reducidos. Pero podemos utilizar la nueva política del Banco Central Europeo, acudiendo a las subastas, de forma que podamos contar con dinero más seguro, para recapitalizar la banca con fondos europeos.
El sector público puede reducir gastos ineficientes, clientelares, improductivos, pero buscando el incremento de los ingresos persiguiendo el fraude fiscal. Al margen de la bondad o no de los emprendedores y autónomos, lo cierto es que ahí se encuentra buena parte del fraude fiscal, el con IVA o sin IVA, la declaración por módulos. Pagan muy poco a Hacienda.
El Impuesto de Sociedades, recuperar el impuesto de patrimonio, el impuesto de sucesiones y donaciones, perseguir el fraude fiscal, son elementos esenciales.
Recomponer el sistema financiero va a ser muy difícil a corto plazo.
En cuanto a la generación de empleo, o vendemos más o no hay salida. Venderemos porque seamos mejores o más baratos. Sin embargo los precios han subido 20 puntos por encima de la zona euro, mientras que los salarios reales han crecido un 0,5 por ciento. No tenemos un problema de salario sino de control de precios y abultamiento de beneficios empresariales.
El Acuerdo de Negociación Colectiva trabajaba en esa lógica de moderar crecimiento de salarios, control de precios y reinversión de beneficios en la empresa. Así venderíamos más y creando empleo. Este acuerdo se lo ha cargado el Gobierno con la Reforma Laboral. Es forzar despidos, abaratarlos y echar a los sindicatos de la empresa. Se genera una competencia desleal, a costa de la esclavización del trabajo. No vamos hacia Europa, sino a una economía tercermundista que compite por sus bajos costes salariales y no por la calidad de sus productos y servicios.
Un sector público eficiente y una economía más productiva son las claves de superación de una situación económica, social y de empleo muy complicadas. No parece que sea ni lo que pretende, ni alienta el Gobierno de Mariano Rajoy que, con sus medidas, puede conducir a una situación aún más complicada a todo el país.
Hasta aquí Miguel Ángel y a partir de aquí, recuerda que el 29 de Marzo tenemos una cita en las empresas y volveremos a la calle Contra la Reforma Laboral y contra los recortes sociales.
Francisco Javier López Martín