MADRID SE LA JUEGA


Decía Víctor Manuel sobre Asturias que tuvo dos ocasiones para jugarse la vida en una partida y las dos tomó la decisión de jugársela. En Madrid esas ocasiones han sido, desgraciadamente, muchas más. Son muchas las ocasiones en las que Madrid ha tenido que jugarse su vida y su futuro. Madrid siempre se la ha jugado.

Nos la jugamos en la revuelta comunera y el motín de Esquilache. Nos la jugamos en el 17, el 31, el 36 y resistimos tres años el avance de las tropas franquistas. Nos la jugamos en la dictadura y pagamos con años de cárcel y muerte la resistencia al Régimen. Julián Grimau, Pedro Patiño, Enrique Ruano, son algunos de los que quedaron en el camino hacia la libertad.

Nos la jugamos en la transición y pagamos con la vida de los Abogados de Atocha, los últimos coletazos de un franquismo que quería sobrevivir al dictador. Nos la jugamos el 23-F y en cada lucha por la libertad, la justicia, la igualdad y los derechos.

Ahora, en estos momentos de dura crisis económica, que se ha llevado por delante 211.000 empleos y nos deja 250.000 personas paradas sin ningún tipo de ayuda o prestación, Madrid tiene que afrontar de nuevo la cita con la partida que hay que jugar contra la crisis y el paro.

Si no lo hacemos, estamos cortando las vías de futuro para cientos de miles de jóvenes, mujeres y hombres, inmigrantes, condenados al paro, la temporalidad, la precariedad laboral, la exclusión social y la pobreza que ha pasado de afectar a un 9 por ciento de la población a golpear a casi uno de cada 5 madrileños y madrileñas.

Ha pasado la campaña electoral. Se ha constituido la Asamblea Parlamentaria de Madrid. Pronto contaremos con un nuevo Gobierno Autonómico y grupos parlamentarios de gobierno y oposición. La política debe mirar hacia la calle. Hacia los problemas de la ciudadanía. Debe preocuparse de las personas desempleadas para crear empleo, mantener el existente y establecer ayudas para las personas que ha perdido todo tipo de prestación, o subsidio por desempleo.

Los políticos deben contribuir a crear un nuevo modelo económico más productivo y sólido y menos especulativo, manteniendo la inversión pública, ante la caída de la inversión privada. Tienen la obligación de fortalecer los servicios públicos sanitarios, educativos, de atención a la dependencia, transporte, para evitar las fracturas sociales que acarrean la crisis y el paro.

Para afrontar estos retos necesitamos recursos que no pueden venir de los impuestos sobre el consumo de bienes esenciales, sino de quienes más tienen y menos aportan. Eso se llama Reforma Fiscal.

Necesitamos que el dinero que ahorramos fluya a las familias y empresas que lo necesitan. Eso se llama Reforma Financiera, que tiene poco que ver con acabar con las Cajas de Ahorros para vendérselas a los bancos.

Necesitamos asegurar la financiación de los ayuntamientos para evitar sus impagos y su quiebra. Eso se llama Reforma de la Financiación Municipal.

Esas son las Reformas Estructurales que el país necesita y que el Estado Autonómico tiene que poner en marcha y no Reformas Laborales, Reformas de la Negociación Colectiva, recortes de inversiones públicas y gastos sociales que sólo endurecen las condiciones de vida y trabajo, profundizan en la crisis y debilitan a la sociedad, para salvar los trastos y beneficios de unos pocos privilegios.

Madrid se la juega ante la crisis y el paro. La política y la sociedad tienen que apostar por la unidad y el diálogo para jugar esta partida.

Francisco Javier López Martín

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *