CCOO de Madrid hemos vuelto a celebrar el Día del Pensionista. En esta ocasión muy centrados en la crisis económica y las políticas que, con la disculpa de combatirla, ponen el acento en aplicar recortes generalizados del gasto público y del gasto social.
Las personas mayores de 65 años pesan cada vez más en el conjunto de la población madrileña. Un 15,3 por ciento del total, aún siendo menor que a nivel nacional, un 17,4 por ciento y europeo, con un 18,3 por ciento. También la tasa de dependencia ha ido aumentando desde el 17,54 por ciento al 23,51 por ciento en los últimos 20 años.
Hoy, el 20,17 por ciento de las personas mayores viven solas. Un 8 por ciento de los hombres mayores y un 28,7 por ciento de las mujeres.
Aproximadamente el 20 por ciento del total de las pensiones, 213.281 personas son de cuantía mínima. Pese a lo cual el 83 por ciento de las personas mayores reconocen que ayudan económicamente a sus familias y el 90 por ciento cuida de sus nietos.
Son personas conscientes de los problemas. Por eso, en tiempos de crisis, entre 2009 y 2010 sus gastos medios han bajado un 9,5 por ciento.
Uno de los ataques a los que se han visto sometidos en los últimos tiempos es el incremento para ellos del coste de los medicamentos. Sin embargo se trata de una medida injustificable si tomamos en cuenta que la diferencia del gasto medio por receta es inferior a 1,5 euros por receta.
Los ataques a los mayores también tienen que ver con el abandono de la aplicación de la ley de dependencia. Un abandono que tiene como consecuencia que cerca de 19.000 personas se encuentren en lista de espera. Una lista que en campaña electoral bajó hasta 12.951 personas, para crecer aceleradamente después. De la misma forma que, desde las elecciones son 2000 las personas menos que son atendidas en residencias.
Las personas mayores sufren la crisis, se siente obligadas a reforzar a sus familias, reciben menos prestaciones, menos ayuda de unos gobernantes, que piden su voto y luego les recortan la pensión, la sanidad, la atención a la dependencia.
La calidad de un gobierno, se mide precisamente, en su capacidad para proteger a sus niños y a sus mayores. La fortaleza de un país se demuestra cuando en tiempos duros es capaz de defender a los más débiles de los peores efectos de la crisis.
Este año, cuando conmemoramos el Día del Pensionistas, nuestro gobierno es de peor calidad y todos somos menos país.
Francisco Javier López Martín