El futuro de nuestros puestos de trabajo, el paro y la crisis, aparecen como principales preocupaciones de la ciudadanía española. Un futuro incierto y amenazado que ha conducido a movilizaciones laborales y sociales en toda España.
No hay fórmulas exclusivas y únicas de abordar esta crisis. Las hay más justas y más injustas. Esa decisión entre unas y otras corresponde a los gobiernos. Salir de la crisis de manera justa y equitativa, se convierte en el primer objetivo para el país. Combatir el déficit público sacrificando el empleo, su cantidad y su calidad, es una forma injusta de abordar la superación de la crisis.
Europa puede y debe alargar los plazos para reducir el déficit, planteando no sólo recortes de gasto, sino siendo más eficientes en el uso de los recursos y recaudando más, mediante la aplicación de una tasa que grave las transacciones financieras.
Nuestro sistema fiscal es injusto. Soporta niveles altísimos de fraude fiscal y concede a las rentas más altas enormes posibilidades de obtener beneficios y rebajas fiscales. Mientras esto ocurre la economía sumergida campa a sus anchas. Necesitamos una Reforma Fiscal que recaude los recursos necesarios de forma más justa.
Tampoco nuestro sistema financiero funciona. Los españoles ahorramos más, pero no por ello obtenemos más facilidades de crédito en los momentos duros y difíciles. Hay que limitar la especulación financiera y acercar la banca a la ciudadanía, fortaleciendo su responsabilidad social. Necesitamos una Reforma del Sistema Financiero.
En cuanto a nuestros precios, se encuentran dos puntos por encima de la media europea y eso limita nuestra capacidad de exportación, además de perjudicar al poder adquisitivo de nuestros salarios. Una economía especulativa hace que los precios suban artificialmente. El control de precios es esencial.
Una salida justa de la crisis implica abordar un nuevo modelo productivo, sostenible y sólido. Salir de la crisis con nuevos pilares. Con una industria más fuerte. Con un modelo energético que asegure el abastecimiento, priorizando las energías renovables, reduciendo el impacto ambiental y las emisiones de CO2 a la atmósfera. Necesitamos mayor inversión en investigación e innovación. Reforzando el sistema educativo y reorientando la formación profesional, acercándolo al sistema productivo.
Hay que sentar bases económicas más justas que nos permitan salir de la crisis cambiando el modelo especulativo e insano que ha sustentado nuestro crecimiento durante demasiados años, contaminando y corrompiendo la política y generando precariedad laboral y fracturas sociales.
Francisco Javier López Martín