CONTRA EL BRUTAL RECORTE DE LAS PENSIONES

El objetivo de Elena Salgado, la Ministra plenipotenciaria del Área Económica del Gobierno, es reducir en un 26 por ciento el gasto en las pensiones. Para lograrlo hay que ampliar la edad de jubilación a 67 años y aumentar el periodo de cálculo de los 15 años actuales a toda la vida laboral.

Retrasar la edad de jubilación a 67 años produciría un ahorro de un 10 por ciento en pensiones y un periodo de cálculo de la pensión de toda la vida laboral permitiría otra reducción adicional de un 16 por ciento. Elena Salgado, la versión ultraliberal del socialismo español y su amigo MAFO (acrónimo de Miguel Ángel Fernández Ordóñez), como Gobernador del Banco de España, ya saben bien a qué dedicar ese ahorro: Bajar impuestos y cotizaciones sociales a los empresarios.

Sin embargo para hablar del futuro de las pensiones no hay que hablar sólo de gastos, sino de los ingresos futuros, en función de la existencia de más y mejor empleo, lo cual significa también mejores salarios y aumento de las bases de cotización. Las bases medias de cotización han crecido menos que los gastos en pensiones, precisamente por la baja calidad del empleo que hemos creado en este país, a lo largo de los últimos 15 años.

Si no creamos empleo y el que creemos es de baja calidad y seguimos soportando un paro estructural abultado, los futuros pensionistas obtendrán pensiones de miseria. De otra parte no parece justo que la media de cotización de los empresarios, que suelen adscribirse al régimen de autónomos, sea de unos 950 euros al mes, mientras la media de los trabajadores asalariados es de 1645 euros al mes a la Seguridad Social.

Mejorar las bases de cotización o acercar la edad real de jubilación, situada en 63 años y 10 meses, a los 65 legales actualmente, o adoptar medidas para incentivar la actividad laboral por encima de los 65 años, tendría efectos más positivos sobre la sostenibilidad futura del sistema de pensiones, que retrasar la edad de jubilación a los 67 años con carácter generalizado y obligatorio.

Tendríamos un futuro despejado para el futuro del sistema de pensiones, si el Gobierno se aplicase a obtener un acuerdo político y social lo más amplio posible, que imponiendo una Reforma como la anunciada que sólo traerá más incertidumbres futuras, alentando una entrega de los cuantiosos recursos de las pensiones a bancos y aseguradoras.

Están a tiempo y tienen en sus manos el futuro de millones de pensionistas en este país. Han empezado mal, congelando las pensiones y anunciando un retraso de la edad de jubilación a los 67 años de forma generalizada y obligatoria. Han empezado mal, pero no tienen porqué continuar por esa senda y acabar aún peor en su mano se encuentra lo uno y lo otro. Esperamos que demuestren un mínimo de sensatez.

Francisco Javier López Martín

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