Durante esta semana, los trabajadores y trabajadoras de Europa se movilizan con manifestaciones y concentraciones en las diferentes capitales. Bruselas, París, Berlín, o Londres.
El día 24 de Marzo, delegados y delegadas de CCOO y UGT vamos a presentar un escrito ante la sede madrileña de la Comisión Europea, (Paseo de la Castellana, número 46) para trasladar nuestra protesta por los contenidos del denominado Pacto por el Euro, aprobado por el Consejo Europeo el pasado 11 de Marzo y el Plan de Gobernanza Económica que será tratado en la Cumbre de Primavera del Consejo Europeo que se celebrará los próximos 24 y 25 de Marzo. Una protesta y un rechazo manifestado por la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
El Plan de Gobernanza evita cualquier referencia a medidas que permitan salir de la crisis y crear empleo, centrándose exclusivamente en ajustes presupuestarios y rebajas salariales que sólo servirán para poner obstáculos a la reactivación económica y del empleo. Mientras tanto 23 millones de personas sufren el paro en Europa, de las cuales 4,7 millones se encuentran en España.
El objetivo teórico es mejorar la productividad y la competitividad, pero el Pacto por el euro se traduce exclusivamente en reducir costes salariales y laborales, lo cual provocará caídas del consumo y la demanda interna, produciendo desigualdades entre los países.
La pretensión es que los gobiernos actúen en materias como la revisión de Acuerdos Salariales, los procedimientos para fijar los salarios y los índices de crecimiento salarial. Una pretensión que choca con la autonomía de los interlocutores sociales en la negociación colectiva, creando serios problemas políticos y jurídicos.
Para intentar justificar y paliar el desastre del Pacto por el euro hace una leve referencia al a mejora de los sistemas educativos, el fomento de la Investigación, el Desarrollo y la innovación, o las infraestructuras. Elementos decorativos, para guardar las formas, pero inútiles, e incompatibles con los recortes y ajustes presupuestarios generalizados, precisamente en estas materias.
Los verdaderos problemas de fiscalidad, estabilidad financiera y la deuda soberana, son insuficientemente abordados. La regulación del sistema financiero, la coordinación de políticas fiscales y el gobierno de los mercados de la deuda, son absolutamente postergados.
Es precisamente en tiempos de crisis cuando hay que recuperar los valores y principios del Tratado Europeo de Lisboa. Por el contrario, estamos ante una combinación de decisiones políticas que atacan a los salarios, las prestaciones sociales y los servicios públicos, mientras que el paro, la precariedad laboral y el aumento de la pobreza y las desigualdades pasan a segundo plano. Los que crearon la crisis, marcan la salida de la misma. Los trabajadores y trabajadoras europeos tenemos cada vez menos confianza en el proyecto europeo de estas características. Los gobernantes europeos alientan los nacionalismos, incluidos los de extrema derecha.
Las políticas europeas tienen que cambiar, promoviendo un acuerdo político y social que recupere la economía y el empelo, fortaleciendo, de forma efectiva, la educación, la investigación y la innovación, el modelo social europeo, como únicas formas de incrementar la productividad y salir de la crisis con bases más sólidas.
La CES lo ha entendido así y ha convocado movilizaciones bajo el lema “Gobernar Europa significa más empleos, más justicia y solidaridad. No a las políticas de ajuste antisociales”. Eso es lo que nos jugamos en los próximos meses. El Plan de gobernanza y el Pacto por el Empleo son agresiones contra os trabajadores europeos, sus efectos no se harán esperar y el conflicto social, inevitablemente, se agudizará.
Francisco Javier López Martín