El empeoramiento intencionado de la Sanidad pública madrileña es perceptible en cosas tan sensibles como pedir cita para atención primaria. No son extraños ya los casos en los que, ante una enfermedad, te quieren dar cita para varios días más tarde.
No es extraño si pensamos que cada una de las 11 Áreas de Salud existentes contaban con una media de 570.000 usuarios, cuando en la media española no llegaban a 300.000. La Comunidad de Madrid tiene entre 2 y 4 veces más de habitantes por área sanitaria que once de las Comunidades Autónomas españolas.
En Madrid contamos con una media de 24.403 tarjetas sanitarias por cada centro de Salud, mientras que la media estatal es de 8.563 usuarios por centro de Salud público. Con todo, este dato no es el más significativo, porque Madrid tiene una población muy concentrada en un territorio pequeño. Lo que no debería ocurrir sería la sobrecarga de trabajo de los profesionales. Cada médico de familia atiende en Madrid a 1.541 pacientes, 131 más que la media española. Estamos entre las Comunidades que más sobrecargan a sus profesionales. También en nuestras tarjetas sanitarias a cargo de cada pediatra, superamos la media nacional y nos situamos a la cabeza de España en presión asistencial sobre los pediatras.
No son sólo los médicos. Con 1.948 tarjetas por enfermera, superamos la media estatal en 285 tarjetas. En este caso somos los campeones de la presión sobre la enfermería.
No es extraño, que con una población creciente, la demora y espera para obtener cita para consulta, aumenten, sobrecargando las consultas diarias con urgencias y animando a acudir a las urgencias hospitalarias, incluso cuando la consulta está abierta.
No podemos seguir por esas vías. Cuando al sanidad se convierte en negocio y mercado, la calidad se debilita y el caos aumenta. Por eso hay que dar un giro en las políticas sanitarias, que no vendrán de las manos de Esperanza Aguirre, que, por cierto, no ha conseguido inaugurar ninguno de los 50 centros de salud prometidos hace cuatro años.
Francisco Javier López Martín