Uno de los mayores dramas de este país consiste en contar con una población más cualificada que en cualquier otro momento de nuestra historia con unos niveles de paro insoportable. No me gusta calificar a un pueblo altamente cualificado como “capital humano” porque somos mucho más que capital, pero, aún reducidos a esos groseros términos, parece todo un derroche tirar por la borda esa riqueza humana.
Ese drama histórico adquiere en Madrid dimensiones de tragedia. En el año 2010 el porcentaje de madrileños en edad de trabajar con estudios superiores era del 33,4 por ciento, tan sólo por detrás del País Vasco con el 34,8 por ciento.
El nivel de los que alcanzan la enseñanza secundaria postobligatoria suma otro 25 por ciento y es el más alto de España. En cuanto a los que se encuentran, como máximo, con los estudios obligatorios suponen sólo el 41 por ciento frente al 55,5 por ciento de media española.
En su conjunto el nivel de estudios de los madrileños es el más alto de España. Pero el paro consume buena parte de esta energía. Tradicionalmente la tasa de paro madrileña, incluso en tiempos de crisis ha sido una de las más bajas en España. Sin embargo esta crisis ha destruido tanto empleo en Madrid que la tasa de paro ha crecido por encima del 16 por ciento, situándose en el noveno lugar de las Comunidades Autónomas.
Los niveles formativos influyen en la tasa de paro. El paro entre los madrileños con estudios obligatorios como máximo, alcanza el 24,2 por ciento, que baja al 17,8 por ciento en los que tienen estudios de secundaria posobligatoria y se encuentra en el 9,3 por ciento de los que tienen estudios superiores. Otra cosa es qué correspondencia existe entre cualificación y empleo.
Aún así es necesario reflexionar sobre esta situación para situar el empleo y no los recortes, como prioridad de las políticas y los políticos.
La formación es una inversión, la más importante que realiza una sociedad. Pero condenar a las personas, una vez formadas, a un callejón sin salida de futuro sin empleo, o con empleo precario, es un derroche que ninguna sociedad puede permitirse y que, sin embargo, forma parte de los problemas estructurales de nuestro país y nuestra Región.
Esta lucha por el empleo de calidad, estable, cualificado, con derechos y contra el paro y el empleo precario se encuentra en el origen de la convocatoria del Acto Sindical del próximo 24 de Septiembre en la Plaza de Toros de Vistalegre a las 11 de la mañana.
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid