MÁS PARADOS, DURANTE MÁS TIEMPO, UN FUTURO INACEPTABLE

El Instituto Nacional de Estadística, acaba de publicar la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2010. En comparación con el mismo periodo del año pasado, Madrid tiene 43.500 parados más y la tasa de paro se eleva ya al 15,75 por ciento, alcanzando a 542.000 personas.

La Comunidad de Madrid intentará salvar la imagen diciendo que, sin embargo, en este último trimestre de 2010, el paro ha disminuido en -3.700 personas y que Madrid ha creado en el trimestre más empleo que nadie en España con 28.000 puestos de trabajo más, seguidos de Andalucía con 22.300 ocupados más y a mucha distancia de Valencia, con 10800 nuevos ocupados.

Sin embargo, eso significa aceptar el refrán que dice “mal de muchos, consuelo de tontos”. Al ritmo marcado por el cuarto trimestre, deberíamos esperar hasta 2027 para volver a tener los 209.000 parados que teníamos hace tan sólo tres años, antes de sufrir la crisis. Y eso es algo que Madrid no puede permitirse sin aceptar un empobrecimiento generalizado, un aumento de las desigualdades y una fractura social de incalculables consecuencias.

El paro y la destrucción de empleo siguen golpeando a la construcción, que ha vuelto a perder 30.500 empleos en 2010, A un sector chiquitito en términos de empleo, pero muy cualificado, como la agricultura madrileña, que pierde 2.600 empleos. Y marca el estancamiento de la industria madrileña que pierde 900 empleos. La subida del empleo se centra exclusivamente en el Sector Servicios que ha generado 34.500 empleos. Un sector y unos empleos más temporales y generalizados. Lo cual ha permitido que el paro femenino haya disminuido en 6.200 personas, hasta situarse en 262.500 mujeres paradas, mientras que el paro masculino ha aumentado en 3.000 personas hasta alcanzar las 279.500 personas paradas.

Con todo, lo más grave es que son ya casi 234.000 las personas enquistadas en una situación de paro. Es decir, tenemos 138.000 personas en situación de paro superior a un año e inferior a dos y son ya 95.700 las que están en el paro durante más de dos años. El paro de larga duración ha crecido en casi 70.000 personas en tan sólo un año.

Casi un cuarto de millón de personas está agotando, por lo tanto, cualquier tipo de prestación por desempleo. La desaparición de los 426 euros de ayuda a quienes han perdido prestación y subsidio, supondrá un mazazo más a las economías familiares. Cuando se ponen en marcha cuantiosos recursos para sostener a las entidades financieras, no parece de recibo que se condene a la inanición a las familias golpeadas por el paro.

El problema de este país es un problema de empleo. Paro, temporalidad y precariedad, no pueden ser el horizonte de millones de jóvenes que aspiran a un trabajo decente, una vida digna y, con el tiempo, a una jubilación adecuada. España no puede seguir condenando a sus generaciones jóvenes a un futuro tan negro. Ese es el problema real de este país, con o sin crisis. Un problema que hay que abordar cuanto antes con políticas de empleo y de atención a las personas desempleadas.

Francisco Javier López Martín

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