SI GRECIA CAE

Los analistas financieros consideran que Grecia no se ha ganado la confianza de los mercados. Por eso no facilitarán que haga frente a su deuda financiera para 2012. Incluso podrían atacar antes, en el segundo semestre de 2011.

A partir de ahí caben dos opciones: Una nueva ayuda europea y del Fondo Monetario Internacional, o afrontar una reestructuración. La primera, pese a finlandeses, o al Reino Unido, puede abrirse camino y conseguir 50.000 millones de euros adicionales, que vendrían a sumarse a los 110.000 del año anterior.

De no ocurrir así, Grecia, tendría que reestructurar su deuda a un alto coste, nuevas medidas de austeridad, más depresión y nuevas revueltas sociales. El riesgo de contagio para los países denominados periféricos, entre ellos España, sería muy alto.

Un nuevo crédito europeo podría permitir ganar tiempo, pero puede terminar desembocando en la segunda opción con consecuencias aún mayores sobre el sector público.

Los heraldos negros, las agencias de calificación, que no quisieron ver la crisis que se venía encima, pero que intentan ser imprescindibles en su salida, han vuelto a rebajar la calificación de Grecia. Aves carroñeras que sobrevuelan al moribundo. Este mismo año Grecia se vería abocada a la reestructuración. En breve tiempo, la deuda griega dependerá tan sólo de los fondos de rescate. El ataque sobre Grecia sería el preludio de un nuevo ataque sobre Irlanda, Portugal, e incluso España.

La Unión Europea no puede abandonar a Grecia a su suerte. Si Grecia cae, Irlanda, Portugal, o España, iremos detrás, con un coste tremendo para Europa. Dar una oportunidad a Grecia, puede ser también una oportunidad para Europa, evitando los riesgos de contagio, y dando tiempo para la reactivación económica.

La Confederación Europea de Sindicatos celebra su próximo Congreso en Atenas. Sin duda es un espaldarazo, un apoyo, un gesto del sindicalismo europeo. Un llamamiento de los trabajadores europeos a los gobiernos de Europa para sumar esfuerzos, afrontar la crisis y trabajar para superarla, evitando la destrucción del modelo económico y social europeo y protegiendo a la ciudadanía de sacrificios inaceptables e inasumibles que conducirían a fracturas sociales insuperables.

Francisco Javier López Martín

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