Una de las deudas pendientes de nuestro sistema de Seguridad Social es la integración del Régimen Especial de Empleadas del Hogar en el Régimen General. Las trabajadoras del Hogar, unas 700.000 personas, en toda España constituyen un colectivo históricamente discriminado desde el punto de vista de la cotización a la Seguridad Social y el acceso a los derechos que tienen el resto de los trabajadores.
El Acuerdo Social y Económico firmado el 2 de Febrero por Gobierno, empresarios y sindicatos, contemplaba esta reivindicación histórica del movimiento sindical. La negociación ha sido larga y nada fácil, pero ha desembocado en unos primeros acuerdos que permiten dignificar la situación del denominado servicio doméstico, abriendo las puertas a su plena integración en el Régimen General de la Seguridad Social, combatiendo la economía sumergida y la desprotección de estas trabajadoras.
Para empezar, todos los empleadores tendrán que registrarse como tales, independientemente de que la empleada del hogar trabaje para ellos a tiempo completo o por horas, teniendo que cotizar desde la primera hora de trabajo, al margen de cuantas horas y para cuántos empleadores se trabaje.
El empleador tiene la obligación de formalizar el alta, la baja, o las variaciones en los datos de su empleada.
Las trabajadoras del hogar podrán cobrar su prestación por incapacidad temporal por enfermedad o accidente, desde el 4º día a cargo del empleador y desde el 9º a cargo de la Seguridad Social. Se acaba así con la injusticia de que estas mujeres no tuvieran derecho a Incapacidad Temporal hasta después de un mes de haber enfermado o sufrido un accidente.
Las cuotas se pagarán por domiciliación bancaria, sobre la base de los salarios reales pagados, con una base mínima legalmente fijada. Durante cinco años, los actuales tipos de cotización pasarán gradualmente el 22 por ciento actual hasta el 28,30, equiparándose a los aplicados en el Régimen General de los Trabajadores.
Aquellas trabajadoras que no trabajen a tiempo completo se beneficiarán de los mecanismos de protección aplicados a los contratos a tiempo parcial, de forma que cada día completo trabajado será reconocido como 1,5 días cotizados a la Seguridad Social.
Estas mejoras, constituyen un paso importante que empezarán a aplicarse el 1 de enero de 2012 y que debe completarse con la negociación de otras materias como la protección por desempleo de las trabajadoras del hogar, o las bonificaciones, o reducciones de cuotas a los empleadores por las cotizaciones soportadas.
La lucha de las trabajadoras del Servicio doméstico viene de muy largo para ver equiparadas sus cotizaciones, sus derechos laborales y su plena integración en la Seguridad Social. No ha sido una lucha fácil, porque la justicia de sus reivindicaciones ha topado siempre con intereses políticos conservadores y con unas familias que, precisando cada vez más este tipo de servicios, no podían asumir el sobrecoste de la cotización a la seguridad social
El Acuerdo permite sacar de la economía sumergida a estas mujeres, que tengan derechos equiparables a los de cualquier trabajador por cuenta ajena y que las familias pudientes paguen la cotización íntegra, mientras que se aplicarían reducciones o bonificaciones que deberían producirse en función de la renta familiar.
En definitiva hoy el trabajo doméstico se acerca más a nuestras reivindicaciones de un trabajo decente. 700.000 mujeres tenían derecho a un horizonte de vida más digno.
Francisco Javier López Martín
Secretario General de CCOO de Madrid