Lo que más me conmueve en esta iglesia de barrio
es que ninguna de sus esculturas minúsculas
saldrá nunca en una procesión de Viernes Santo.
Su sencilla factura de barro las preserva.
Francisco Javier López Martín
Del poemario “La tierra de los nadie” ganador del Angel Urrutia Iturbe VII Poesia Lehiaketaren Irabazleari, Lekumberriko Udaletxeak