Van 41 Congresos. 125 años de historia de la lucha de los trabajadores y trabajadoras españoles. No he querido escribir sobre este Congreso, en el fragor del mismo.
Han sido días de escrache mediático desde las TDTParty y desde esa derechona fracturada, que discrepa en sus ansias de poder, porque nadie puede ostentar todo el poder durante todo el tiempo. Pero siguen intentándolo.
Escribo ahora, cuando ya hemos asistido a la clausura del Congreso. Un Congreso que, en tiempos duros, ha apostado por la estabilidad, la consolidación, la defensa de las conquistas sociales.
Los latifundios mediáticos, los caciques que gobiernan los medios, sus capataces a caballo, no pueden marcarnos el camino, como bien recordaba Víctor Báez, el Secretario General de la Confederación Sindical de las Américas, porque para ellos libertad de expresión es libertad de empresa, mientras que para nosotros y nosotras, la clase trabajadora, es libertad para expresar el rechazo de unas políticas que impiden superar la crisis y crear desigualdades aún mayores.
Como nos recordaba también la Secretaria General de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), estamos llegando al punto de ruptura, porque quienes no iniciamos esta crisis, ni somos responsables de los abusos cometidos, pagamos la austeridad y nos vemos condenados a la miseria. Desempleo, desigualdad, pobreza, no son el futuro que deseamos ni que necesitamos.
El sindicalismo de clase, el que representamos UGT y CCOO, seguimos siendo el más firme baluarte de la solidaridad económica, del reparto de las rentas. De la solidaridad social. De la lucha contra la marginación, la exclusión y la pobreza.
Quien ataca el sindicalismo, debilita los derechos y sólo los derechos nos hacen libres. Realmente libres. Sin derechos no hay libertad y la democracia se convierte en víctima fácil del populismo autoritario y fascista.
Son muchos los años, en los que, como afiliado a CCOO, he aprendido que los trabajadores y trabajadoras somos muy plurales y muy diversos. Pero que, por encima de cada circunstancia laboral y personal, hay que saber entender que el empleo y la cohesión social siguen siendo los dos principales pilares de los valores del trabajo, sin los cuales ningún país tiene futuro.
He aprendido que los trabajadores y trabajadoras, siempre aprecian y valoran, en lo que vale, que UGT y CCOO, acudamos juntos, en unidad de acción, a la negociación de un convenio, la lucha contra el cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo. Juntos a una huelga, o a una negociación. Juntos a defender la sanidad, las pensiones, la educación, la dependencia, las prestaciones por desempleo.
UGT y CCOO hemos celebrado nuestros Congresos Confederales. Somos hoy dos organizaciones sólidas, fuertes y dispuestas a dar la batalla por el futuro de empleo y protección social que necesitamos. Negociando ese futuro, si es posible. Luchando por él, siempre, día a día, sin doblegarnos ante nada ni ante nadie.
Francisco Javier López Martín
Presidente de la Fundación Sindical Ateneo 1º de Mayo
Secretario de Formación Confederal de CCOO