El 1º de Mayo CCOO y UGT habremos recogido ya 500.000 firmas contra la Reforma Laboral que nos impuso un despido más fácil y más barato. De todas las grandes reformas que necesita España: La Reforma Fiscal, la Reforma de la Banca, la Reforma de la Financiación de los Municipios, la Reforma del Modelo Económico especulador e inmobiliario, la consolidación del Estado Social y Democrático de Derecho en su capacidad de proteger a las personas, sean paradas, mayores, discapacitadas, inmigrantes, estén enfermas, o necesiten educación.
Esas grandes reformas siguen pendientes, pero la Reforma Laboral sí ha entrado en vigor, como la congelación de las pensiones, la bajada de sueldos de los funcionarios, los recortes de inversiones. En estas cosas no ha temblado el pulso. Mientras tanto el Gobierno Madrileño felicita a Zapatero y se felicita a sí mismo por el cariz conservador y ultraliberal en la salida de la crisis. No es para menos. Las políticas de Aguirre frente a la crisis consisten, casi exclusivamente, en salvar el negocio, las rentas y los beneficios de unos pocos, condenando a la extenuación al resto. Publicidad y victimismo que conducen al pesimismo rampante de una población que no vemos salida a la crisis, ni por la derecha que gobierna Madrid, ni por la izquierda gobernante en España ni por el centro.
Y sin embargo salidas hay. Salidas largas y duras como recomponer un modelo productivo especulador y avaricioso de ganancias sin inversión. Como proteger a las personas paradas. Como intentar salvar empleos. Como repartir equitativamente las cargas fiscales, los costes que permitan combatir la crisis. Como ayudar a las administraciones más débiles, los ayuntamientos. Como poner orden en un sistema bancario que ha puesto todos los huevos en el cesto del ladrillo y el endeudamiento ilimitado de familias y empresas. Será duro, será costoso, pero de no hacerlo así, no hay otra salida que buscar un nuevo pelotazo especulativo temporal y ruinoso en el medio plazo. Algo que nos dejaría sin futuro, en un mundo que se reordena y recompone a marchas forzadas.
El 1º de Mayo se convierte de nuevo en una cita esencial para recuperar el valor central del trabajo bien hecho. El valor de la vida digna y de un trabajo decente. Para reivindicar que no estamos dispuestos a ser los porteadores, los costaleros, de una crisis en la que unos pocos, bajo palio, intocables, salen indemnes. Con sus rentas intactas, con sus inmaculados beneficios a salvo. Los mismos que crearon un espejismo de riqueza especulativa, de burbuja artificial, de economía de casino.
Hay que arrimar el hombro. Hay que hacer sacrificios. Pero a la cabeza los gobernantes, los políticos, los magos de las finanzas, los empresarios de éxito. Y con una condición no negociable: Las personas lo primero. La protección a las personas paradas. La protección social que no puede convertirse en la víctima de la crisis. Hay otras maneras y otras formas de combatir esta crisis con éxito. Objetivos que podemos compartir y formas de abordarlos que huyan de la imposición de las políticas. Los mercados y sus mercaderes, los dueños de las grandes fortunas, no pueden gobernar la política, sin destruir la democracia.
Los trabajadores y trabajadoras afrontamos este 1º de Mayo desde la convicción y la firmeza, la necesidad de que la política haga todo lo posible para salvar los muebles de todos y que los sacrificios, cuando haya que hacerlos, sean negociados y compartidos, no impuestos.
Vamos, pues, a la Manifestación del 1º de Mayo. Es mucho lo que nos jugamos. El domingo 1º de Mayo, a las 12 de la mañana, de Neptuno a Sol. No faltes, porque el empleo es tu derecho.
Francisco Javier López Martín
