A los pocos días de conocerse los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) aparecen los datos de paro registrado, el de las personas que se apuntan en las Oficinas de Empleo como parados.
Los datos de la Encuesta y del Registro son aparentemente contradictorios. Si en la EPA, Madrid aparecía como la Comunidad donde el paro bajaba en 19.900 personas, a costa de pasar parados a personas inactivas, en paro registrado somos la segunda Comunidad con menor descenso del paro, después de la valenciana, con 2.955 personas paradas menos.
Pese a la Semana Santa, se han realizado en Madrid 13.686 contratos menos que en el mes anterior y 1.877 menos que en Abril de 2010. Sólo un 15,6 de los contratos realizados son contratos fijos.
La primera pregunta es en qué quedó esa tan necesaria Reforma Laboral que iba a contribuir a mejorar el problema del empleo. En nada. Porque el problema del empleo es la actividad económica y no la facilidad del despido. De qué sirve ahora que se amnistíe a los empresarios defraudadores que emplean a trabajadores sin darles de alta. Tampoco de nada.
Necesitamos medidas que activen la economía, que faciliten el acceso a crédito, que eviten el cierre de empresas y la pérdida de empleo. Necesitamos proteger a las personas desempleadas. Acabaremos 2011 con 300.000 personas sin prestación alguna. Tan sólo en Abril otras 3.102 personas han perdido sus prestaciones por desempleo en Madrid.
El Gobierno de Aguirre, siempre atento a proteger las rentas más altas, continúa siendo insensible e irresponsable con el drama humano del paro en Madrid, renunciando a establecer ayudas para aquellas personas que terminan sus prestaciones y caen en la pobreza y la exclusión social.
Un gobierno incapaz de tomar medidas para frenar la pérdida de empleo, potenciar la economía y defender a la ciudadanía contra los efectos más duros de la crisis.
Como si la Comunidad de Madrid no fuese parte del Estado. Como si, tras un largo proceso de transferencia de competencia, en el que la Comunidad gestiona ya dos de cada tres euros del Estado en Madrid, la responsabilidad con respecto al paro y los parados no tuviera nada que ver con el núcleo dirigente del Gobierno Regional.
El silencio administrativo no es la respuesta política que necesitamos ante la crisis, pero es la respuesta sistemática a la que nuestro gobierno madrileño nos somete.
Francisco Javier López Martín