SUBIR LOS IMPUESTOS ES DE DERECHAS. LAS MEDIDAS DE RAJOY

Mira por donde, ahora que una parte del socialismo español se iba acostumbrando a la idea de que bajar impuestos puede ser de izquierdas, llega un Gobierno incuestionablemente de derechas y sube los impuestos. Muy a su pesar, se justifican, pero el hecho es que, entre las primeras medias del nuevo gobierno, se encuentran alguna como la subida del IRPF, estableciendo un gravamen temporal, (para 2012 y 2013), y progresivo, que aumenta desde el 0,75 por ciento en rentas bajas hasta el 7 por ciento para rentas superiores a los 300.000 euros.

Igualmente se establece un gravamen complementario sobre rentas de capital que oscilan entre el 2 por ciento y hasta un 6 por ciento para rendimientos superiores a los 24.000 euros.

Que los impuestos subieran parecía inevitable, más allá de las promesas electorales, pero que sea un impuesto directo como el IRPF el que sube, no era lo previsible en una derecha que suele preferir subir los impuestos sobre el consumo para mejorar la recaudación. Dicho de otra manera, la subida del IVA de determinados productos antes que el IRPF. Y sin embargo ha ocurrido esto último.

Claro, que tiene su lógica. El IVA se recauda rápidamente, pero sobre los precios y desanima el consumo. El IRPF es más lento pero más seguro y su subida viene a reconocer que la situación del IRPF había llegado demasiado lejos, hasta el punto de que los únicos que no escapaban al mismo éramos los asalariados.

El sistema fiscal español tiene que ser revisado, repartiendo mejor sus cargas entre rentas del trabajo y rentas del capital. El paso va, así pues, en la buena dirección pero es temporal y es insuficiente porque sigue golpeando más a las rentas del trabajo que a las del capital.

Basta comprobar que las estimaciones del Gobierno esperan recaudar 5.357 millones de euros con la reforma del IRPF, pero, de ellos, 4.111 proceden de las rentas del trabajo y tan sólo 1.246 de las del capital. El 77 por ciento de los nuevos ingresos los ponemos los trabajadores. El 23 por ciento las rentas del capital. Algo más justo que ese 91 por ciento que aportamos en 2009 los trabajadores al IRPF, frente al 9 por ciento que aportaron las rentas del capital, pero aún muy desequilibrado en contra de los asalariados.

El sistema fiscal español sigue sin equipararse a la Unión Europea con una presión fiscal sobre las rentas del capital notablemente más baja. Por ello, desde CCOO, venimos proponiendo la adopción de medidas fiscales que eliminen algunos elementos como la denominada “estimación objetiva” por la que declaran los rendimientos de algunas actividades económicas.

Es necesario también eliminar buena parte de las deducciones que no estén directamente vinculadas al desarrollo productivo y el empleo. Por la vía de esas deducciones las grandes empresas terminan tributando por tipos impositivos que no llegan al 10 por ciento. El tipo impositivo legal no tiene nada que ver con el que realmente terminan pagando.

Hay que acabar con las injustificables ventajas fiscales de las que gozan las SICAV, esas sociedades de inversión privilegiadas, a las que nadie se atreve a meter mano.

Habría que eliminar las deducciones y exenciones en el impuesto de sucesiones y donaciones.

Habría que crear una tasa sobre las entidades financieras y un impuesto sobre transacciones financieras

El desarrollo de una fiscalidad verde aparece también como esencial para combinar suficiencia y sostenibilidad.

No obstante, todas estas medidas caerían en saco roto si no se actúa para combatir el fraude fiscal, cercano a los 100.000 millones de euros, según estimaciones, y perseguir la economía sumergida que hace que uno de cada cuatro euros escapen al control fiscal. Un fraude y una economía sumergida que nos alejan cada vez más de Europa.

La crisis debería suponer una oportunidad para afrontar los problemas estructurales de nuestro Estado. Unos problemas que tienen mucho que ver con un sistema fiscal injusto y una economía sumergida y un fraude fiscal que impiden contar con los recursos necesarios para superar esta crisis activando la economía y mejorando la cantidad y calidad de nuestro empleo.

Francisco Javier López Martín

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