-Madrid, Madrid, ¡Qué bien tu nombre suena! Rompeolas de todas las Españas. La tierra se desgarra, el cielo truena, tú sonríes con plomo en las entrañas.
Machado está dándole vueltas a estos versos mientras León Felipe y Rafael Alberti perseveran
(ya van dos veces que han venido a insistir en el asunto)
en el intento de convencerle de que debe salir cuanto antes de la capital sitiada y sometida al ensayo de los aterradores bombardeos,
(cuando ya se hayan ensayado en España van a ejecutarse sobre otras muchas ciudades de Europa). Habían perdido un poeta en Granada y no querían perder otro en Madrid.
-Sálvese quien pueda, sálvese quien pueda, están cayendo bombas en Madrid.
Lo está cantando Albert Pla ante un Guernica que cumple 80 años, no ahora, hace un par de años, o tres.
Hay un Madrid, ahora mismo, que combate cuerpo a cuerpo, vida a vida, contra bombas de racimo, contra un ejército bien organizado, un nuevo ejército de tácticas novedosas, desconocidas hasta ahora, en rápida expansión, ni siquiera lo podemos matar, no es una armada de seres vivos, sino miles de millones de moléculas con armaduras grasientas, dispuestas a invadir nuestras células y transformarlas en nuestras enemigas. No lo podemos matar, si no se desintegra él mismo. Eso sí podemos facilitárselo. En esa batalla andamos de seres vivos contra mutantes.
Madrid de nuevo en el centro de todos los conflictos, de todas las batallas, las que tuvimos que librar y casi siempre perder, la que libramos ahora y que ganaremos, porque la vida siempre gana, las que vendrán y que aún ni imaginamos.
-Una pedrada en la Puerta del Sol mueve ondas concéntricas en toda la laguna de España.
definido quedó , por Gómez de la Serna en su Madrid de gregerías, como Valle-Inclán concibió el Madrid espejo deformado y esperpento en el callejón del gato, modelo, mal ejemplo, reproche, caricatura y escenario, mentidero, golpe anticipado, resistencia tenaz de gatos en los tejados, comunero, amotinado, tumultuario un 2 de mayo y fusilado por la noche en la montaña del Príncipe Pío, de la Pepa un día, encadenado otro y liberal al siguiente, glorioso, republicano, restaurado, obrero, dictatorial, republicano de nuevo, dictatorial de nuevo, libre de nuevo.
-Madrid sola y solemne, julio te sorprendió con tu alegría de panal pobre: clara era tu calle, claro era tu sueño.
Neruda en su casa de las flores, donde por todas partes estallaban geranios, ladraban los perros, reían los chiquillos, antes de que hablasen los cañones desde la Casa de Campo.
Una vez más Madrid será lo que España quiera, España será lo que Madrid pueda. No un Madrid, que hay tantos Madrid como Españas existen. Un Madrid en cuarentena, enclaustramiento, cárcel y el otro Madrid, cuya gobernanta dice un día,
-Madrid no puede seguir esperando. Vamos a traer dos aviones cargados con material sanitario,
(pasan los días y se desconoce la situación de las dos aeronaves) y la Presidenta, 48 horas después,
-Comprar material en otros países es francamente complicado en estos momentos. Las complicaciones son tremendas, el material está costando.
Mientras nos distraemos con los aviones y su cantinela contínúa y machacona,
-He pedido al gobierno central,
(camas)
(mascarillas)
(respiradores)
(EPIs, toda clase de EPIs, que no sabía lo que eran pero lo he aprendido rápido)
El caso es que faltan en Madrid 3.000 camas hospitalarias cerradas a cuenta de la crisis, presidenta tras presidenta (con un presidente de por medio), procesadas, procesado. La justicia es lenta, pero llega, aunque cuando llega ya no sea justicia.
Mientras, eso estaba diciendo, mientras tanto, el otro Madrid sigue a los suyo y lo suyo es el negocio tradicional y patriótico, el negocio del suelo, lo inmobiliario, la construcción, que tantos maletines ha movido de mano en mano. Pase lo que pase el motor de Madrid nunca se para. Ni la muerte lo para. El mutante del ladrillo siempre se adapta de nuevo, sobrevive y vuelve a la carga.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid se reúne cada semana. Ahora con más razón, con un sistema sanitario al límite del colapso, con unas residencias asediadas por la muerte, con una ayuda a domicilio de personas mayores y discapacitadas al borde del contagio por tener que trabajar sin recursos, sin medios, jugando a la ruleta rusa cada día con el revólver del COVID-19. El gobierno de Madrid tiene las competencias plenas sobre esas cosas desde hace décadas.
Ese mismo Consejo de Gobierno que seguro que preside Ayuso desde el salón de su casa, rodeada de banderas españolas y madrileñas, habrá dedicado mucho tiempo a los hospitales, a las residencias, a la ayuda a domicilio, al transporte público, pero sobre todo parece que ha decidido aprovechar su reunión semanal para pensar en el futuro de Madrid desde la nocturnidad provocada por el apagón informativo del coronavirus, dar luz verde al más enorme pelotazo urbanístico de toda Europa: la operación Chamartín.
Nada, no habrá llevado mucho tiempo y el futuro de los bancos, inmobiliarias y constructoras ha quedado asegurado. Nuestras vidas, no tanto. Pero en el futuro, si a ellos les va bien, a nosotros también nos irá bien ya lo dice Ayuso, vía twitter , que es lo que mejor se le da, desde sus prácticas con Pecas,
-Entre todas las noticias difíciles nace la esperanza. Hoy aprobamos Madrid Nuevo Norte tras más de 20 años de espera. 250.000 empleos para España. Habrá recuperación pronto, hay solución y lo haremos entre todos.
Ahí queda eso. Siempre pensando en nosotros. De hecho, debíamos haber intuido que en la soledad de su retiro cuarentenario esta mujer estaba preparando el terreno para el milagro del futuro cuando dijo sobre la Operación Chamartín aquello de,
-Un sitio maravilloso y grandísimo para que se haga allí no sólo un homenaje sino un monumento,
que recuerde a las empresas que han colaborado,
-y que recuerde especialmente el trabajo de los profesionales
(de la sanidad)
-y a los seres queridos perdidos.
(durante la pandemia)
Sin comentarios. No sé cómo vamos a salir de ésta, pero si tenemos la suerte de salir, habrá que recordar inmediatamente los versos de Alberti, en su romance de la Defensa de Madrid,
-Ya nunca podrá dormirse, porque si Madrid se duerme querrá despertarse un día y el alba no vendrá a verle.
Me lo apunto. No olvidar.