A MODO DE RESUMEN DE 12 AÑOS

1587030-10_Congreso_CCOO_Madrid,_jornada_inaugural_23_enero_2013_Version1Mi última intervención como Secretario General ante el 10 Congreso de las CCOO de Madrid recogió las aportaciones al Informe-Balance, realizado por las Delegaciones de Federaciones Regionales y Uniones Comarcales. Quise terminar esa intervención trasladando al Congreso lo que entendía habían sido las preocupaciones que habían movido a la Comisión Ejecutiva y, por extensión, a las diferentes Comisiones Ejecutivas que había encabezado a lo largo de estos doce últimos años. Estas fueron mis palabras:

No quiero terminar sin destacar lo que tiene importancia por encima de todo lo importante que hemos hecho y queda por hacer.

La Comisión Ejecutiva que ha dejado sus responsabilidades ante el Congreso ha trabajado con aciertos y errores, como todo el mundo, pero siempre lo ha hecho con una obsesión: Mantener unidas a las CCOO de Madrid.

Os puedo asegurar que ha sido una tarea compleja y delicada porque somos muy diversos y además muy plurales en las ideas y en la riqueza de los sectores que organizamos. Esa es precisamente nuestra riqueza. Podemos equivocarnos, pero si lo hacemos unidos sabremos salir fortalecidos de los peores tragos.

He sentido siempre que, tras cada problema o discrepancia, anidaba en vosotras y vosotros el deseo de unidad. No de uniformidad, porque unir lo igual no tiene secretos. Unir lo distinto, exige mucha voluntad y generosidad que Madrid siempre habéis demostrado.

Os hemos querido libres, no para hacer lo que nos diera la gana, sino para elegir lo que responsablemente ha habido que acometer en cada momento. Libres en la opinión, libres en la acción. Corresponsables en las decisiones. Nunca he visto el miedo en vuestros ojos. Sí la responsabilidad, el respeto y el reconocimiento mutuos.

El sindicalismo es el punto donde convergen el egoísmo y la solidaridad. La conciencia de que lo mejor para mí y para los míos sólo es posible buscando el bien de todas y de todos. Que sólo podemos mejorar juntos, porque si no, siempre alguien queda en la cuneta del camino.

Como bien decía Giuseppe di Vittorio, dirigiéndose a sus compañeros, ante la derrota electoral de la CGIL en la Fiat. Supongamos que ellos tienen el 95 por ciento de la culpa de nuestra derrota. Ese 5 por ciento que nos afecta a nosotros es nuestro 100 por ciento. Este mensaje fue la base del resurgimiento de la CGIL en la FIAT.

No llegamos aquí siendo amigos, pero la lucha compartida siembre el afecto, la amistad, en ocasiones, como es mi caso, el amor, la vida compartida.

No hemos querido nunca un sindicato de guerreros uniformados, una máquina perfecta de gestión de problemas laborales

Las CCOO las hacemos personas. Las CCOO de Madrid representamos a personas, afiliamos a personas, defendemos a una clase trabajadora que no es un ente abstracto, sino personas.

Las personas pensamos, pero también tenemos problemas, necesidades, hambre, no solo de dinero. Las personas sentimos cercanía, lejanía, rechazos, odios, afectos. Cuando nos conocen, nos quieren y ese afecto el que nos salva.

Como bien dice Ernesto Sábato: Nos salvaremos por los afectos. Hoy cuando he visto y escuchado a aquellos jóvenes del Proceso 1001, con cuarenta años más, unidos en torno a los jóvenes asesinados en Atocha y a los que sobrevivieron. Cuando he visto y escuchado a sus mujeres, he sentido todo el orgullo de unas CCOO que respetan, reconocen y aman a cuantos lucharon y sufrieron. A cuantos tuvieron que vivir y amar en las peores condiciones.

Cuando he vuelto a ver a Josefina y cuando no he visto a Lola González Ruiz, para la que cada 24 de enero es un reto más y más duro, porque exacerba los recuerdos de dos hombres a los que amó y le fueron arrebatados: Enrique Ruano y Francisco Javier Sauquillo.

Os hemos querido orgullosos de ser quienes sois, sin más historias ni cuentos. Mujeres y hombres libres (que no liberales, cuidado) .

No hay nada material que me hayáis dado. Salgo de la Secretaría General con la misma casa y con mi mismo sueldo, con la mujer a la que amo y un hijo que nació en 2005. Como Antonio Machado, si de lo material hablamos:
Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Pero más allá de lo material os debo casi todo. He podido sentir a lo largo de estos años lo mismo que Roy Batty, el replicante de la película Blade Runner, cuando en sus últimos momentos de vida afirma: Yo he visto cosas que no creeríais. Naves de combate en llamas más allá de Orión. He visto rayos C brillar en la oscuridad cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán … en el tiempo… como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

No espero un final tan melodramático, que conste, pero os puedo asegurar que me habéis hecho sentir en el centro de la vida, porque vosotras y vosotros sois la vida.

No puedo nombrar a todas y todos, porque sería imposible. Raquel, sí, pero Lola y Ana y Paloma y Paula. Naranjo sí, pero Jaime y Sebas, Justo y Paco Cruz y Paco García y Julio, y Feito y Antonio. Imposible recordar cada momento, cada movilización, cada asamblea, o reunión. Las noches con vosotras y vosotros en las Huelgas Generales. Imposible agradecéroslo. No os he querido por igual, pero os he querido iguales. No me habéis querido igual, pero siempre he sentido vuestro afecto.

Es hora de abrazarnos a la vida y salir a defenderla. En eses abrazo siempre os seguiré encontrando. Os seguiré teniendo.

¡¡Que viva nuestro 10º Congreso!!.
¡¡Que vivan las CCOO!!
Francisco Javier López Martín

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