Para combatir la crisis hay que revisar nuestro sistema productivo, nuestro sistema fiscal, nuestro sistema financiero. Pero junto a ello hay que apostar por el empleo. El movimiento 15-M ha puesto de relieve el malestar social de nuestros jóvenes, ante un futuro de paro, bajos salarios, vida inviable.
Las leyes no crean empleo. La Reforma Laboral ha facilitado y abaratado el despido, pero no sirve para crear empleo. Es el crecimiento económico el que lo crea.
Tenemos en España altas tasas de paro, cada vez más largo, cada vez más empobrecedor. Un paro que, en los menores de 25 años, llega al 60 por ciento. No podemos olvidar a los colectivos más golpeados por el paro. Los jóvenes, los mayores de 45 años, las mujeres, los inmigrantes.
El sistema educativo tiene que facilitar la transición entre formación y empleo. Los alemanes lo hacen bien, pero en España, nuestros empresarios viven al margen de esos problemas, en lugar de buscar contratos que tengan retribuciones adecuadas, derecho al desempleo, acompañamiento de orientación y formación, seguridad social.
Por otro lado hay que crear empleo y defender el que existe. El 29 de septiembre vivimos una Huelga General contra la Reforma Laboral impuesta. Desde la aprobación de esa Reforma el empleo no ha hecho sino empeorar.
En las próximas fechas vamos a presentar un millón de firmas contra esa Reforma, en el Parlamento. La política tiene que devolver a los trabajadores los derechos arrebatados y entender que el futuro del empleo pasa por la estabilidad, la formación y los derechos.
No restituir los derechos arrebatados, sólo generará más malestar social, más crisis y menos confianza de la ciudadanía, hacia una política y unos políticos incapaces de preservar y proteger uno de nuestros bienes socialmente más valorados, el empleo.
Francisco Javier López Martín